
Si las palabras de mis clientes te han despertado algo, compártelo conmigo antes de que se te pase el calentón. ¡Me encanta ponerme sensiblona!
Como decía Eduard Punset, sin emoción no hay proyecto. Y eso mismo pienso yo. Por eso creo que para llegar
al corazón de las personas debemos comunicarnos de forma coherente y, sobre todo, auténtica. Ya es hora de que pongas toda esa ilusión, emoción y propósito que hay detrás de tu negocio en la parte «visible». Porque la identidad visual es lo primero que se ve y que se siente. ¡Déjate llevar por la emoción!